Un gallo mantiene en vilo al vecindario de Singuerlin
Los residentes en las calles Menéndez Pelayo y Àngel Prats , en el popular barrio de Singuerlín de Santa Coloma de Gramenet, padecen desde hace meses una peculiar contaminación acústica, la que provoca el canto de un gallo doméstico.
«Se pasea libremente por la calle sin que nadie lo atrape», pese a los reiterados intentos de los vecinos por cogerlo, cuenta Javier Pérez, vecino de la calle Àngel Prats.
Un gallo ‘caló’
«El bicho pertenece a una familia de etnia gitana», aseguran, con la que «no queremos problemas». El animal entra y sale de la vivienda «a su antojo». Los molestos moradores han intentado dialogar con el propietario del gallo, pero la respuesta fue: «Yo no sé nada de un gallo, es del sobrino».
El gallináceo ejerce su oficio a la perfección. «Empieza a cantar a las tres de la mañana» y no los interrumpe hasta que la solana lo obliga a abandonar la calle. «Con las ventanas abiertas es como si lo tuvieras bajo la cama», mantiene Javier.
Vecinos desvelados
El desvelo vecinal llegó al consistorio, pero la hilaridad de la queja se plasma en la respuesta de la Policía. «Nos dicen que si no lo pillan in situ no pueden hacer nada».
«Tomamos nota», responden a diario los agentes. Pero el problema ya es otro. «Por esta zona no patrulla ni la brigada municipal», protestan los vecinos en demanda de más seguridad.