La policía local precintó el año pasado ocho pisoso locales con 70 habitaciones y más de doscientas camas calientes,ocupadas mediante rotaciones de dos o tres personas. «Gracias a lacolaboración ciudadana, a las quejas por ruidos y suciedad, sabemos quehoy día hay una docena de pisos patera, principalmente en los barriosde la Serra d´en Mena», agrega Jorge, quien estima que la cifra totalde infraviviendas en Santa Coloma no supera la treintena. «Es unproblema emergente que no queremos que se nos vaya de las manos porqueamenaza la convivencia».

«Ahora, para incrementar nuestra efectividad,esperamos contar con la colaboración de inspectores de la AgenciaTributaria, la Policía Nacional y la Inspección Provincial de Trabajo».Una vez localizada, cerrar una pensión ilegal es relativamente sencilloporque carece de permisos municipales. Pero atajar la proliferación deviviendas aparentemente compartidas por un gran número de personas esmás complicado. No se puede entrar en ellas sin una orden judicial. Porello, las trabas al empadronamiento pueden ser una medida eficaz,argumenta Jorge.

Además, prosigue, la colaboración de la policía nacional permitirácomprobar la situación legal de los inquilinos en el país. Eso sí,siempre a pie de calle. «Y la actuación de los inspectores de laAgencia Tributaria para verificar los alquileres cobrados sindeclaración a la hacienda pública». Porque los precios de las camascalientes no distan demasiado de lo que cuesta una habitación en elmercado convencional. Detrás del drama humano de vivir en un cubículode dos por dos metros cuadrados suele esconderse alguien que hacenegocio.

La particularidad colomensa es que buena parte de los pisos patera dela ciudad funcionan también como talleres clandestinos de confeccióntextil. Allí se suelen quebrantar los derechos de los trabajadores,quienes en demasiadas ocasiones duermen a muy pocos metros de lasmáquinas de coser. De ahí, explica Jorge, la importancia de trabajarcon la Inspección Provincial de Trabajo. Las eternas jornadas laboralesde estos talleres despiertan las quejas de los vecinos. La campaña dela Guardia Urbana de Santa Coloma se centrará en aquellasinfraviviendas que más molestias produzcan.

LaVanguardia – Campaña para frenar laproliferación de pisos patera en Santa Coloma de Gramenet. Entre otrasmedidas, el Ayuntamiento dificultará los nuevos empadronamientos enpisos que se demuestre que están ya sobreocupados, según explicó eljefe de la Guardia Urbana, Roberto Jorge. «Esto complicará los procesosde reagrupamiento familiar y la consecución de la tarjeta sanitaria porparte de muchos ciudadanos inmigrados. Pero nuestro objetivo es ponertrabas al funcionamiento de los pisos patera y atajar el crecimiento delas infraviviendas».

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