• Santa Coloma cuenta con algunos deliciosos restaurante chinos

Fondo (Santa Coloma de Gramenet) no solo es una de las macedonias más multiculturales de Catalunya. Es también el más denso barrio chino de España. Por cada tres pasaportes españoles hay uno de la República Popular China. Está a un golpe de metro, pero nadie va a Fondo de visita como quien busca exotismo en el Chinatown de Nueva York o, mejor aún, en el parquetematizado de San Francisco. Pero a finales del 2011 sucedió algo inesperado. La revista Time Out le dedicó 20 líneas a un restaurante chino del barrio, el Jian Nan Mei Chi, en el número 72 de la calle de Beethoven, no porque su fama trascendiera las fronteras del municipio, sino porque el autor del texto tuvo la feliz idea de preguntarle a un grupo de orientales con cara de salud dónde apagar la gusa con gusto. Lo que hizo parece fácil, pero no lo es.

 
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Un cocinero del restaurante Tian Xian ultima un plato de empanadillas.

Un cocinero del restaurante Tian Xian ultima un plato de empanadillas. JOAN CORTADELLAS

 
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La dueña del local A Hui, en la calle del Reloj, sirve un `bulgori¿.

La dueña del local A Hui, en la calle del Reloj, sirve un `bulgori¿. ALBERT BERTRAN

El capitán Richard Francis Burton (1821-1890) partió en 1856 en busca de las fuentes del Nilocon un currículo envidiable. Impresiona que hablara con fluidez 29 lenguas, pero asombra aún más que en una aventura anterior, su viaje a La Meca, decidiera circuncidarse cuando ya era un hombre hecho y derecho para que ningún detalle, por íntimo que fuera, delatara que era un europeo infiel en una ciudad santa del Islam. Tampoco se queda corto el arrojo de Ernest Shackleton (1874-1922), que en mitad de la inhóspita Antártida le dejó los guantes a su fotógrafo (el muy infeliz los había perdido) y pagó el alto precio de la congelación de varios de sus dedos. Con el ímpetu de Burton y Shackleton, y también con la comodidad que da viajar calentito en el metro con una T-10 en el bolsillo, lo que a continuación viene es un primer esbozo de lo que algún día puede ser una ruta por los fogones más exóticos de los barrios menos turísticos de Catalunya.

En el restaurante Wen Zou, en el número 5 de lacalle de Terrassa, almuerzan a veces algunas de las mediadoras sociales que trabajan para el Ayuntamiento de Santa Coloma y que, entre sus virtudes, que son muchas, destaca que hablan mandarín de forma fluida. Verlas allí sentadas da confianza, primero porque la carta es El Quijote chino. No es para leerla de una sola sentada. Cuando se duda entre «costilla de cabra tomar en mano»», «huevos de sepia con sal y pimienta» y «oreja de cerdo con salsa picante», nada es mejor que recurrir a las enseñanzas de Confucio («un hombre sabio sabe que ignora») y preguntar. La francachela en Wen Zou fue así, al final, extraordinaria.

El problema de ir a buscar restaurantes en Fondo, sin embargo, es que afirmar que los chinos son impenetrables es quedarse corto. El idioma no es una gran barrera. El idioma es La Gran Barrera, aunque se hagan intentos entre ridículos y desesperados por saltarla. Comer, en chino, se supone que es algo así como «chií», pero gracias a las mediadoras se descubre con espanto que mal pronunciado también significa «vete a…». Ya era tarde. Las malas caras de algunos transeúntes consultados en esta expedición a Fondo se comprenden mejor así.

Al final, tras varias expediciones, es posible sumar algunas recomendaciones más a la lista. Por ejemplo, el restaurante Tian Xian, de la calle de Massanet, 25. Desde fuera, la falta de información y lo opaco de los cristales hace temer que allí se sacian otro tipo de apetitos. Pero no. La conclusión es que es muy bueno, feíto y barato.

UNA AVENTURA

Fondo, ya ha quedado claro, es sobre todo multicultural, y en eso destaca sin duda un restaurante chinocoreano, A Hui, de la calle del Reloj. 25. Sirven bulgogi, finísimos cortes de ternera marinados que el cliente se cocina él mismo en la mesa sobre unas planchas curvas. Lo aconsejable es después sazonar la carne con especias, enrollarla dentro de una hoja de lechuga y, hala, al coleto.

Lo dicho. Fondo no es un barrio turístico. Probablemente jamás lo será. Pero está tan cerca y a la vez tan lejos que ir en busca de sus fogones tiene algo de aventura, por cierto, no siempre exenta de peligros. Hay también locales nada recomendables. Por decirlo de un modo elegante, recuérdense las últimas palabras de Marco Polo, ya en el lecho de muerte. «Solo he contado la mitad de todo cuanto vi». Pues eso.

Fuente: elperiodico.com

adminGeneral Santa Coloma cuenta con algunos deliciosos restaurante chinosFondo (Santa Coloma de Gramenet) no solo es una de las macedonias más multiculturales de Catalunya. Es también el más denso barrio chino de España. Por cada tres pasaportes españoles hay uno de la República Popular China. Está a un golpe de metro, pero...Santa Coloma de Gramenet