Motos robadas y desguazadaselperiodico – Los 25 ladrones de la banda, todos de nacionalidad marroquí, habían alcanzado unas tasas de productividad envidiables: robaban un millar de motos al año, las despiezaban y las introducían ilegalmente en Marruecos, donde las volvían a montar y las vendían. Los Mossos acaban de poner fin a la actividad de estos delincuentes, que sustraían sobre todo ciclomotores y motocicletas de pequeña cilindrada (75 y 125 centímetros cúbicos) en Barcelona –especialmente en el distrito de Sant Martí–, Santa Coloma de Gramenet, Badalona y Barberà del Vallès.

La operación policial se inició después de advertir un anormal incremento de las denuncias por robos de motos y ciclomotores en el área metropolitana de Barcelona, la zona de Catalunya donde estos vehículos están más extendidos. En total, han sido arrestadas 15 personas, de las que nueve han ingresado en prisión, dos están pendientes de extradición a Marruecos y cuatro han quedado en libertad. En el momento de la detención, se les decomisaron 300 motos robadas. Otros 10 miembros de la banda están en situación de busca y captura.

CARGADAS A PULSO / Cuando los mossos pusieron juntas todas las denuncias y empezaron a mirar con detalle los lugares donde habían ocurrido los robos, comprobaron no solo el gran número de sustracciones, sino también que, en una sola noche y en una sola calle, se habían robado hasta seis motocicletas de una tacada. También era llamativo el hecho de que, en las denuncias, los propietarios explicaban que les habían robado la moto pese a haberla dejado con el candado puesto.

Al descubrir la forma de actuar de la banda, los agentes comprendieron por qué el candado era el menor de los problemas. El grupo se dividía en dos o tres células que acostumbraban a actuar de noche. Cada equipo estaba formado por una avanzadilla en coche que iba marcando las motos a robar. Después, otros miembros de la banda hacían el recorrido en una furgoneta y paraban junto a los vehículos señalados. Entre tres o cuatro individuos subían a pulso las motos a la furgoneta. Cada noche, la banda tenía actuando al menos tres coches y tres furgonetas.

TAPADAS CON CHATARRA / Los delincuentes robaban también las furgonetas en las que llevaban el material robado a Marruecos. El traslado lo hacían llenando esos vehículos con las piezas desmontadas de las motos, que eran tapadas colocando delante grandes cantidades de chatarra. Los detenidos, de entre 21 y 43 años, son todos originarios de Casablanca. Fuentes de la investigación aseguran que «los cerebros del grupo operaban desde Marruecos», donde se revendían las motos por «entre 1.000 y 1.500 euros».
Desde que a principios de abril se produjeron las primeras detenciones, los robos de motocicletas en Barcelona han caído el 40%.

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